El líder religioso, responsable del “despojo material” al que instó a sus fieles no aparece por ningún lado, mientras estos quedaron en la quiebra tras seguir su consejo.
Sumidos en la miseria y en la desilusión se describieron los seguidores de la iglesia cristiana de Berea, ubicada en el municipio de Sabanalarga en el Atlántico, quienes, de forma ingenua, creyeron en las palabras de su pastor sobre la segunda venida de Jesucristo y el fin del mundo.
Fuera de la decepción a sus convicciones religiosas y su esperanza de llegar al cielo, los feligreses se encuentran muy mal económicamente, puesto que en su espera del salvador cristiano, determinaron despojarse de todos sus bienes materiales según las órdenes de su pastor.
La promesa del religioso era que el hijo de Dios, Jesús de Nazaret, iba a descender de los cielos en su segunda venida como dice la biblia y llevar a todos aquellos que entregaran su vida por Dios al reino de los cielos en un acto de “arrebatamiento”, según las palabras del pastor. La cita de ese encuentro estaba programada para este jueves 28 de febrero, pero tanto el pastor como Jesus, no aparecieron.
El religioso fue identificado por sus fieles como Gabriel Alberto Ferrer, pastor de la comunidad, quien se habría encargado de divulgar y explicar el supuesto retorno del salvador, agregando que, para poder recibirlo, las personas debían despojarse de sus bienes materiales desde ropa, joyas y otro tipo de artículos hasta sus propias casas, dejándolos en la absoluta quiebra.
Para completar la estafa, el pastor Ferrer fue la persona que recibió el dinero de los ahorros y de los artículos vendidos por cada familia y persona perteneciente a su comunidad. Los creyentes contaron cómo el hombre puso unas cuentas personales para que las personas entregaran su dinero, al tiempo que se comunicaba con ellos por medio de videos que subía a sus redes sociales.
Mientras tanto, las autoridades contaron que aún no han dado con el paradero del supuesto religioso, aunque aseguraron que todos los creyentes ya se acercaron a la Fiscalía General de la Nación para interponer cargos contra el pastor y el daño que les significó tanto emocional como económicamente.
