El exjefe paramilitar habló de las acciones que se llevaron a cabo en contra de la población negra de la región, y señaló al Estado como responsable de lo sucedido.
Durante el encuentro de ‘Reconocimiento de la verdad por el pueblo negro, afrocolombiano, palenquero y raizal’ que realizó la Comisión de la Verdad, el excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, habló de la responsabilidad de los grupos paramilitares en las acciones cometidas contra la población negra del país.
Mancuso, confesó ante las víctimas del corregimiento de Mampuján, en el departamento de Bolívar, que las desapariciones forzadas que las AUC realizaron fueron por orden del Estado colombiano con el fin de no incidir en las estadísticas de muertos que se llevaban, en este caso, en la región de los Montes de María.
“Las desapariciones fueron uno de los hechos que en su mayoría se extendió y se realizó por pedido del Estado colombiano, por las Fuerzas Militares y de Policía, para que no contaran los homicidios y los muertos y, así, no afectaran las estadísticas que ellos llevaban en la región”, afirmó el exjefe paramilitar, quien también dijo que los crímenes cometidos bajo su mando fueron instigados por el Estado y tuvieron “presencia y dirección deliberada de este”.
Igualmente, Mancuso explicó que antes de hacer presencia en dicha región, los frentes 35 y 37 de las Farc, estructuras del ELN y del EPR ya se encontraban en la misma adelantando acciones que “bloqueaban la economía nacional”; “Esto llevó a que parte del Estado llegara a las autodefensas a pedirnos que conformáramos grupos para incursionar en esta región del país y se impidiera que se siguiera deprimiendo la economía nacional, que estaba siendo paralizada en carreteras por donde tenían que pasar con convoyes militares en el día, porque en la noche no dejaban transitar a nadie”, aseveró.
Por lo anterior, en su declaración, el excomandante de las AUC habló de lo importante que sería que el Estado se vincule a los procesos de reconocimiento de la verdad, pues si no admite su responsabilidad, “no avanza en el camino para comprometerse a la no repetición de los hechos”.