El país europeo no logra superar los problemas causados por la pandemia, manteniendo una lamentable tendencia sobre el número de contagiados y fallecidos por el virus.
En contraste con gran parte del mundo, Italia aún no logra levantar la cabeza frente al virus y el número de nuevos contagios por día, el cual sigue siendo peligrosamente elevado y por lo cual las medidas de confinamiento, que habían sido levantadas hace poco, volverán a ser aplicadas a partir del próximo lunes hasta el 6 de abril si la tendencia logra disminuir.
La medida será aplicada en la mayor parte del país en el que los índices de contagios son los más preocupantes y donde además existe la amenaza de que los hospitales y otros centros hospitalarios terminen saturados por los posibles nuevos casos. La división de regiones se hará por medio de colores y permitirá distinguir las zonas de mayor a menor probabilidad de contagio.
La decisión tomada por el gobierno del presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi, se determinó en la reciente reunión que se llevó a cabo junto con los parlamentarios del país, declarando que, desde el 15 de marzo al 6 de abril, las regiones en las cuales el número semanal de contagios supere los 250 por cada 100 mil habitantes, pasará a ser considerada como “zonas rojas” y tendrán especial vigilancia.
Lo señalado por el gobierno de Draghi obliga a Italia a dar un paso atrás al objetivo de retornar a sus actividades normales, al tener que cerrar escuelas, bares y restaurantes hasta en 20 regiones que dividen al país y que atrasa aún más su proceso de reactivación económica como sus países vecinos.
Otro aspecto que se restringe aún más es el tema de la movilidad al interior del país y que en zonas rojas solo queda habilitado para una necesidad laboral, compra de artículos de primera necesidad o por urgencias médicas, retornando al aislamiento severo que vivieron hace un año.