El mandatario mostró su absoluto rechazo al acto realizado por los uniformados en el que se vistieron como miembros del partido nazi, algo que para muchos deja un “incendio diplomatico” por resolver.
En muy mal momento se dio la vista del presidente Iván Duque a Israel, lugar en donde hasta rezó en el muro de los lamentos, pero que, pese a su interés por mantener buenas relaciones con ese país, no contaba con las declaraciones del ministro de Defensa, Diego Molano, que dijo que Irán es un enemigo de Colombia.
Aquellas palabras de Molano pudieron ser subsanadas por el mandatario, quien se refirió a ellas y afirmó que “Colombia no usa la palabra enemigos para referirse a ningún país”. Habiendo podido superar aquel primer momento crítico, unos policías en Colombia son los que ponen a Duque en aprietos diplomáticos con esa nación.
El episodio ocurrido en la Escuela de Policía Simón Bolívar, en Tuluá (Valle), mostró cómo los policías no encontraron otra mejor manera de homenajear a Alemania en lo que llamaron la ‘Semana de Internacionalización’ que disfrazarse de nazis, sin siquiera saber la grave ofensa que representaba tanto para la delegación como a toda la comunidad judía al hacer apología a la figura de Adolfo Hitler.
Aquel acto precipitó la baja del coronel Jorge Bayona, director de esa escuela, así como el reclamo de Israel y Alemania, el cual tuvo que ser atendido prontamente por el presidente Duque, quien salió a aclarar la posición de Colombia y dijo en Twitter que “cualquier apología al nazismo es inaceptable”.
En el mismo trino, el jefe de Estado condenó “toda manifestación que haga uso o referencia a símbolos alusivos a quienes fueron responsables del holocausto judío que cobró la vida de más de 6 millones de personas. El antisemitismo no tiene cabida en el mundo”.