El sector empresarial ha manifestado su preocupación por un proyecto, presentado en su momento por el expresidente, que podría afectar las finanzas de muchas empresas.
La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) expresó su malestar por el proyecto de ley que cursa trámite en el Congreso de la República, que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, algo que, pese a las buenas opiniones que se han difundido en los últimos meses, sobre los beneficios a la calidad de vida de los trabajadores, estaría siendo una carga económica considerable para los empleadores, especialmente quienes tienen planes de expandir sus negocios.
La iniciativa, que la semana pasada recibió el aval del Congreso tras su segundo debate, ha sido fuertemente criticada por el sector empresarial, el cual afirma que la aplicación de la medida no contribuye en nada a la creación de empleo en el país y que por el contrario retrasa a muchas empresas e inversionistas en poder aumentar sus empleados, teniendo en cuenta el costo y la cantidad de personas a las que tendrán que recurrir.
Incluso la Andi considera que la aprobación del proyecto que principalmente busca reducir la carga laboral de 48 a 40 horas, terminará causando un encarecimiento de la mano de obra en el país, por lo que la competitividad de Colombia como país atractivo al sector inversionista caerá frente a otros países con condiciones más propicias.
Ante ese panorama, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, comentó a medios nacionales que se está perdiendo el rumbo de las necesidades del país y cómo lograr una reactivación económica efectiva, destacando la necesidad de disminuir el desempleo, y que, según las valoraciones hechas por sus analistas, será algo que no se logrará si el proyecto de reducción de horario a los trabajadores es aplicado como fue anunciado.
Ahondando más en el posible impacto que puede generar la medida, Mac Master explicó cómo la reducción de la jornada laboral afectará de distintas maneras a los diferentes sectores productivos, siendo los más afectados negocios como el comercio, restaurante, bares y establecimientos de características similares, los cuales manejan horarios distintos a las cargas de un oficinista.
“Esto, escalado a los 6,2 millones de empleados que trabajan más de 40 horas, significaría un costo anual de $26,9 billones para la economía, es decir, un impacto de cerca del 2,7% del PIB de 2019”, destacó Mac Master, añadiendo que el costo que tendrá que cubrir cada empresa al afrontar las 8 horas que se dejarían de trabajar a la semana serían $85.309.