Con el poco tiempo que le queda como primer mandatario, los reportes sobre lo que significó la presidencia de Duque dejan alarmado al país por el retroceso en varias partes.
A pocos días de que se lleve a cabo la jornada electoral que definirá si se llega a segunda vuelta o no para decidir quién será el próximo presidente de Colombia, la situación del país se mantiene en una constante incertidumbre para gran parte de la población, a causa de la violencia y la crisis económica que se mantiene.
Sobre esos aspectos, el nombre del actual presidente Iván Duque prácticamente no aparece en la discusión nacional, pues sumado a que toda la atención de la gente está entre los candidatos presidenciales y los cambios que pueden llegar a realizar, el mandatario atraviesa por uno de los periodos de mayor porcentaje de desaprobación, siendo criticado por distintos sectores al considerar que su gestión en 4 años fracasó.
Para entender el mal balance del actual gobierno cabe la comparación con las cifras manejadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Banco de la República y el ministerio de Hacienda en el 2018, cuando Juan Manuel Santos dejó el país con una tasa de desempleo del 9,4% que en los últimos cuatros años aumentó al 12,1%.
Pese a que los números de Santos no eran precisamente los mejores, al realizar la comparación se puede ver el retroceso en muchas áreas fundamentales, como lo es el crecimiento de la pobreza que pasó del 26,9% al 39,3%, la desigualdad se entregó en 0,508 y lo entrega en 0,523. Actualmente, la deuda pública está en $750 billones cuando en 2018 estuvo en $516 billones, mientras el déficit que era de $23 billones pasó a $82 billones.