Hace siete años, por 432 mil millones de pesos, Germán Vargas Lleras y los clanes Cotes y Char, entregaron en licitación la obra más grande del Magdalena que nunca se terminó.
“Hoy arranca la Vía de la Prosperidad, esta vía tan controversial por fin arranca en el día de hoy, ha debido iniciar hace dos años, un año y medio por lo menos. Ya estaría bastante avanzada, ya se habría ejecutado cerca del 40% de la misma”, fueron las palabras dichas el 15 de mayo de 2015 por el entonces vicepresidente de la Nación, Germán Vargas Lleras.
Sin embargo, la multimillonaria obra que también fue impulsada por Luis Miguel ‘El Mello’ Cotes, Rosa Cotes y la casa Char del Atlántico, “es una colcha de retazo que no soluciona los problemas de la zona”, según un informe de la Silla Vacía, pues de los 56,2 kilómetros que debían construirse en el sector, solo se hicieron 18,3.
Así las cosas, cabe destacar que la Vía de la Prosperidad, desde su inicio, tuvo inconvenientes para ejecutarse, pues la Corte Suprema de Justicia frenó su inicio cuando la Ministra de Transporte de aquel entonces presentó una tutela por presuntas irregularidades y falta de transparencia en la licitación.
La Vía de la Prosperidad debía conectar al corregimiento de Palermo, municipio de Sitionuevo, con el corregimiento de Guáimaro en Salamina, pero este proyecto solo entregó un tercio de lo previsto, y con 3 años de retraso.
“Las comunidades más afectadas son lógicamente son Sitionuevo, Remolino, todos los pueblos circunvecinos, el sector ganadero, el sector industrial y el sector de transporte”, manifestó el alcalde de Sitionuevo, José Alcides.
Hoy, la multimillonaria obra sigue a medias, sin cumplir con el objetivo de conectar a varios pueblos de la ribera del Magdalena y protegerlos de las inundaciones. No obstante, hace un mes, ‘El Mello’ Cotes y Rosa Cotes, ambos exgobernadores, fueron sancionados por la Procuraduría debido a la ‘falta de diligencia, cuidado y eficacia en la ejecución de esta obra’.