La medida, que causa curiosidad en millones de habitantes, busca fortalecer las acciones judiciales contra ese tipo de hurto, el cual es uno de los que más se repite en el país.
Uno de los flagelos más insistentes con los que debe lidiar la ciudadanía en términos de delincuencia común, y que contribuye a la percepción de inseguridad en las ciudades, es el robo de celulares que se produce a diario en gran parte del territorio colombiano. Por esa razón, al Congreso de la República ha llegado un proyecto el cual atacaría esa modalidad de crimen por medio de medidas más efectivas.
Es así como fue presentado ante la Secretaría del Senado, el proyecto de ley realizado por el senador Luis Fernando Velasco del Partido Liberal, con el que busca que esa modalidad de delito se reduzca en el país por medio de la creación de herramientas que permitan combatir y apoyar a las autoridades policiales y judiciales en su afán de castigar a los delincuentes y a la red delincuencial en la que suelen operar.
“En todas las ciudades de Colombia, e inclusive en zonas rurales del país, el delito que más se repite es el hurto de teléfonos celulares. En algunos casos se usa la violencia, y no en pocos de estos, ese hurto ha terminado en homicidios o lesiones muy graves para las personas que son robadas”, argumentó el senador Velasco.
Sin embargo, el parlamentario fue claro en afirmar que la solución al problema del hurto de celulares no se puede solucionar con penas de cárcel más duras como muchos sectores esperan, afirmando que la experiencia deja claro a los delincuentes no les importa. Es por ello que el senador Velasco pide que se ataque directamente al mercado de celulares robados, pidiendo directamente la ayuda de las empresas de telefonía celular.
“Tenemos es que implementar un mecanismo que desestimule de verdad el mercado de hurto de teléfonos celulares (…) obligaría a los fabricantes de Smartphones, teléfonos inteligentes, que quieran vender sus productos en Colombia, a que introduzcan una tecnología para que en el momento en que un teléfono sea robado, se pueda desactivar y no tenga ningún uso. Es decir, que no lo puedan vender luego”, planteó el congresista como solución efectiva.