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Hombre afro fue acribillado por policía en EE.UU. desatando protestas en las calles

Tal como sucedió con George Floyd, un ciudadano afroamericano fue atacado de manera violenta por un uniformado, generando protestas en contra del racismo por parte de esa institución.

Crecen los problemas sociales en Estados Unidos, todo debido a un video que ha sido difundido en redes sociales, el cual muestra la muerte de un hombre afro acribillado por la policía, lo que desató protestas este domingo en la ciudad de Akron, ubicada en el estado de Ohio.

Ante el acto violento y la respuesta de la población, el alcalde y la policía de esa ciudad lanzaron un llamado a la calma luego de que se conociera la grabación de la cámara corporal de uno de los agentes, demostrando que el hombre habría recibido 60 balazos, algo que ha sido uno de los motivos que más han indignado a la gente.

La víctima fue identificada como Jayland Walker, de 25 años, quien murió por los disparos cuando huía de la policía tras un intento de arresto seguido de una persecución en vehículo y a pie. Pese a que el hombre era perseguido por las autoridades, la gente argumenta que fue tratado con extrema violencia por parte de los uniformados.

Ante el hecho, el presidente de la organización de defensa de derechos civiles (NAACP), Derrick Johnson, esta muerte es un asesinato por parte de agentes estatales. “Este hombre afro fue asesinado (…) por una posible infracción de tráfico. Esto no pasa con la población blanca en Estados Unidos”, dijo Johnson.

Como resultado, cientos de personas marcharon el domingo rumbo al ayuntamiento de Akron llevando pancartas con leyendas como “Justicia para Jayland”. Al cuarto día de comenzadas las manifestaciones, la situación se tornó tensa cuando algunos manifestantes se acercaron al cordón policial, intentando romperlo y creando desorden público.

Vandalismo, quema de contenedores de basura y daños a equipos pesados de la policía, fueron algunos de los actos cometidos por la ciudadanía, haciendo que los uniformados decidieran disparar gases lacrimógenos para repeler la multitud y dispersar a la gente antes de que los actos fueran escalando.