La medida busca tener control del dinero que reciben algunos trabajadores, sin embargo, para algunos sectores la medida afectaría a más de uno que esperaba el aumento completo.
Iván Jaramillo, un analista de la Universidad Rosario, advierte que a quienes ganen más del mínimo se les debe hacer un ajuste salarial respecto a la inflación para que los salarios en el país puedan ser más equitativos y se garantice estabilidad a las empresas en el país de que puedan pagar sus nóminas.
Dicho análisis se da luego de que hace poco más de una semana, el presidente Iván Duque firmó un decreto que fijó el monto del salario mínimo sobre un millón de pesos, aumento que, sumado con el subsidio de transporte, dejaría el sueldo de los trabajadores en 1.117.172 pesos, cantidad que en un principio fue celebrada pero que luego fue criticada ya que en comparación con años anteriores lo que hizo fue bajar comparándola con el precio del dólar.
Según datos publicados por el Dane, cerca de 10,2 millones de trabajadores reciben un salario mínimo mensual en el país, lo que representa al 51,1 % del total de trabajadores, mientras que la otra porción de los censados recibe un sueldo mayor o menor al pactado por ley y que estarían sujetos a cambios.
Teniendo en cuenta eso, la sección de trabajadores que recibe ingresos mensuales mayores al monto pactado se pregunta si también son beneficiarios de ese aumento del 10,07 % a su sueldo, ya que no hay mucha información al respecto ni por el presidente Duque ni por alguno de sus ministros.
Ante las dudas, el medio digital Pulzo, entrevistó a Iván Jaramillo, investigador y académico del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, quien aseguró que las empresas no están obligadas a aumentar el monto pactado por Iván Duque a todos sus trabajadores, sino únicamente a quienes ganen el mínimo.
“En Colombia el incremento fijado para el 2022 es aplicable exclusivamente para trabajadores que devenguen un salario mínimo”, contó Jaramillo, lo que implica que quienes ganan más del salario mínimo deberán tener un aumento con respecto al aumento de la inflación o del IPC (índice de precios al consumidor), que, según el analista, se conocerá en las primeras semanas de enero y que varios economistas proyectan que será de un 5,5 % o 5,6 %.